domingo, 28 de octubre de 2018

No eres tú, soy yo

Me levanté y me fui.
Era la mejor decisión que podía tomar en ese momento.
No quería engañarle con falso amor ni medias caricias.
Me sentía culpable por no ser sincera con él,
pero a mí eso de abrirme nunca se me había dado bien.
Podéis llamarme cobarde porque me fui con el rabo entre las piernas.
Y sin tenerlo.

Me levanté y me fui porque no sabía como decir el
"no eres tú, soy yo" sin tener que explicar por qué "era yo".
Con lo fácil que suena ahora que no le tengo delante.
"No eres tú", a ti no te falla nada; "soy yo", que me falla todo.

Soy yo que me siento rota y débil como nunca antes,
soy yo que me siento triste sin ninguna razón,
enfadada conmigo misma y con el mundo,
sin saber el porqué de toda esta rabia.
Soy yo que he dejado de quererme como siempre he hecho,
que parece que haya roto cada parte de mí que amaba.
Soy yo que no puedo querer a nadie sin quererme antes,
lo siento.

Debería haberle dicho que jamás alguien me había cuidado
como él en los momentos que hasta yo me odiaría,
que sus manos eran calma en mis momentos de ansiedad.
"No eres tú, mi amor", porque él solo intentaba hacerme feliz,
"soy yo" que no sabía serlo aún teniéndolo todo.

Me levanté, cogí mis cosas y me fui.
Cobarde de mí, me despedí con un "nos vemos luego",
sabiendo que no iba a haber un "luego" ni un vernos.
Me mata no haberle dicho que no era él ni nadie,
que simplemente tenía que hacer las paces conmigo
y tenía que hacerlo sola.