miércoles, 7 de diciembre de 2016

Gracias a ti por hacerme a mí

Lo más gratificante de verte
es saber que no tengo la necesidad de hacerlo,
ni las ganas, ni el deseo,
ni el sentimiento.

Dejaste de ser mi droga diaria, 
pasando a ser la semanal,
la mensual
a nada.

Podría pasarme la vida sin saber de ti, 
sin acordarme de cómo me abrazabas,
sin girarme cada vez que huelo tu perfume,
sin tararear ninguna de nuestras canciones.

Sí, hiciste mella en mí. 
Dejaste un hueco difícil de llenar, 
que ni con litros de alcohol conseguía sanar.
Dolorido y resentido por tu boca venenosa.

Quien soy hoy, te lo debo a ti.
Más orgullosa que nunca, a la vez, más fuerte e independiente.
De no tolerar ni una palabra más ni una mano más larga que mi falda.
Y es bastante corta.

Gracias, de corazón.
Contigo aprendí a querer, pero sin ti, 
aprendí a quererme a mi misma. 
Y volvería a elegirme a mí mil veces más.


No hay comentarios:

Publicar un comentario